Mmmm cómo nos gusta el mató...Por eso, nada más leer la propuesta de Memòries d'una Cuinera de este mes pensamos que teníamos que preparar algo realmente especial con uno de nuestros ingredientes favoritos...
Y queremos dedicarle esta receta a Paco...gran amigo de L. desde hace muuuchos años, que ahora ha reaparecido en nuestras vidas y se ha convertido en el invitado VIP de todos los saraos que montamos... ¡si es que con la alegría y buenrollismo que aporta Paco es imposible desanimarse!
Ingredientes
6 hojas de col
1 cebolla mediana
250g de carne picada de ternera
250g de carne picada de cerdo
250g de mató
2 cucharadas de miel de romero
2 tomates maduros
un poquito de jengibre
aceite
sal
En primer lugar hervimos las hojas de col hasta que estén al
dente. Las secamos bien y las extendemos sobre un trapo seco y limpio. Cortamos la cebolla y la sofreímos, añadimos el jengibre
rallado. Una vez la cebolla esté transparente, la apartamos del fuego.
En una sartén ponemos un poco de aceite, la mitad de la cebolla
y la carne. Cocinamos a fuego lento hasta obtener una masa homogénea. Retiramos
del fuego, añadimos el mató y la miel.
Rellenamos las hojas de col con la mezcla de carne y mató y las
cerramos formando unos paquetitos (farcellets).
En una cazuela ponemos un poco de aceite, el resto de la cebolla
y los tomates cortados. Sofreímos hasta que se forme una salsa de tomate
espesita.
Añadimos los farcellets y cocemos. Si es necesario, añadimos un
poco de agua.
Si cada persona es un mundo, cada pareja son dos mundos unido en uno solo.
Y hay parejas adorables.
Hoy os hablamos de Anna y Jorge. Ellos son guapos, simpáticos, inteligentes, divertidos, viajeros, buenas personas, ingeniosos, creativos... y muy buenos amigos. Sólo hace falta ver cómo se cruzan una mirada para comprobar que se aman. Los conocemos desde hace muchos años, incluso antes de que cada uno de sus mundos fuese uno solo. Y si ya los queríamos mucho antes, imaginaos ahora, que además les une esta bonita historia de amor.
Anna y Jorge se casan. Y, como siempre, creemos que las cosas buenas hay que celebrarlas.
Celebremos pues con estos muffins caribeños el amor que une a estos dos grandes amigos.
Ingredientes
1 yogur de piña
3 huevos
3 medidas de yogur de harina
1,5 medidas de yogur de azúcar moreno
½ m medida de yogur de aceite de girasol
1 sobre de levadura
6 cucharadas de mermelada de jengibre
Batimos los huevos con el yogur y el azúcar. A continuación, añadimos el aceite de girasol y mezclamos bien.
Finalmente, añadimos la harina junto con la levadura tamizadas.
Vertemos la masa resultante en nuestros moldes para muffins, colocando en el centro una cucharada de mermelada de jengibre y horneamos a 180ºC durante unos 20 minutos.
Estos días pensamos mucho en un amigo a quien le han privado de su libertad, simplemente por hacer su trabajo, por garantizar los derechos de defensa en materia de justicia penal internacional (¡ni más ni menos!).
Pensamos en Esteban Peralta Losilla, en su mujer y sus hijos.
Y les enviamos todas nuestras energías. Porque sabemos que muy pronto volverán a estar todos juntos, y volveremos a disfrutar de su humor, de su sabiduría, pero sobretodo de su impagable amistad.
Te queremos y pensamos en ti, Esteban.
http://libertadparaestebanperalta.wordpress.com/
Ingredientes
6 calabacines
200g de carne picada
una cucharada de pan rallado
1 huevo
6 champiñones
un poco de parmesano
un vaso de salsa de tomate casera
media cebolla
Cortamos cada calabacín en tres trozos. Con la ayuda de un
cuchillo (y mucha paciencia), vaciamos con cuidado los calabacines, reservando
el relleno.
Por otro lado, mezclamos la carne picada con la mitad del
relleno de calabacín, el huevo, el pan rallado, los champiñones picados, y el
parmesano rallado. Salpimentamos la mezcla.
Rellenamos los calabacines con la mezcla de carne picada.
En una olla, sofreímos la media cebolla, añadimos los
calabacines y los doramos. Echamos un chorrito de vino tinto y, en cuanto se
evapore, añadimos la salsa de tomate casera. Cocinamos a fuego lento durante
unos 15-20 minutos.
Variación: Una vez hemos rellenado los calabacines, los colocamos
en una bandeja apta para el horno, cubrimos con bechamel, y horneamos a 180º
una media hora.
Parece mentira…¡ya
es día 15! Y ya sabéis cómo nos gusta celebrarlo con La recepta del 15. Este mes, nos proponían preparar un cocktail. Nosotras hemos decidido preparar un cocktail en versión chupito de gelatina, porque creemos que es una receta que les encantará a Dani y Txell, quienes irradian amor el uno por el otro en sus miradas, y por ello, el año que viene harán una buena fiesta para celebrarlo!
¡Nos vamos de boda! Bieeeeeeeen!!!!!
Felicidades a los dos, por quereros tanto, y por hacer que con tanto amor este sea un mundo mejor.
Ingredientes
40g de preparado en polvo de gelatina de frambuesa 100mL de agua hirviendo 50mL de agua fría 100mL de ron blanco
Mezclamos la gelatina en polvo con el agua hirviendo y removemos bien. Añadimos El agua fría y el ron sin apartar el cazo del fuego. Removemos bien hasta que se disuelva la gelatina e introducimos en moldes pequeñitos.
Dejamos enfriar en la nevera hasta que la gelatina esté lista.
Los que nos conocéis sabéis que quien escribe habitualmente las entradas de Chocolate, Aceite y Sal es C.
Sin embargo, es el cumpleaños de C., y la tarea de redactor ha sido asumida hoy por L. y el Guapetón, los mejores padres que uno pueda tener. Así que, hoy, os dejo en sus manos...
"Hoy hace 27 años que nació C. Ese mismo día se firmaba
el ingreso de España en la UE, de ahí que su segundo nombre sea
Europa y, probablemente, por tal razón, ese acontecimiento histórico despertara sus ansias por viajar, por conocer, por entender; su curiosidad por
penetrar en cuanto le rodea, su capacidad para hacer una y mil cosas.
Los días de C. no tienen 24 horas, porque ella los alarga más y más.
C. es una persona buena, en el sentido "machadiano" del término,
inteligente, sensible, cariñosa…, que sabe estar siempre a la altura de las
circunstancias. De ahí, quienes la queremos o simplemente los que la conocen
podemos contar con ella. No seremos nosotros los que digamos tantas cosas
estupendas de nuestra hija: para eso, estáis sus amigos, sus compañeros, todos aquellos que han tenido un lugar junto a ella en los momentos
difíciles.
L. aprendió a cocinar cuando que C. empezó a caminar. Al
principio L. preguntaba a C. ¿quieres una tortilla? y C. asentía a pesar de que la
tortilla se quedaba en unos huevos revueltos.
Y C. aprendió a cocinar para cuidar a L. en tiempos
difíciles. Con sus fideos y una comida sana contribuyó de manera muy importante
a la mejoría de L.
L & C forman un gran equipo, más allá de la relación
madre e hija. Hay complicidad y ayuda, cariño y respeto recíproco.
Felicidades Carmen.
Hoy haremos una receta sencilla y muy habitual en las casas, Arroz
con huevo frito y salsa de tomate, el plato preferido de C. cuando era
pequeña.
Ingredientes
Arroz
Tomates
Cebolla
Aceite
Sal
Huevos de buena calidad.
Para darle un toque distinto, añadimos unos tomatitos cherry
Hervimos el arroz en agua con sal durante 12 minutos, escurrimos
y reservamos.
En una sartén ponemos una cucharada de aceite y sofreímos la
cebolla cortada lo más pequeña que podamos. Una vez empiece a tomar color,
añadimos los tomates pelados y dejamos unos 20 minutos hasta que tome
consistencia la salsa de tomate. Reservamos.
En una sartén, salteamos los tomates cherry cortados por la mitad, y reservamos.
En otra sartén pequeña calentamos aceite y freímos los huevos a
gusto del comensal, hay quien lo prefiere sin puntilla y los que prefieren los
huevos fritos con puntilla pero, eso sí, que la yema este poco cocida.
Montamos el plato: primero el arroz, luego la salsa de tomate y
encima el huevo frito, a un lado ponemos los tomates cherry.
Si algo nos caracteriza a L&C (más a L. que a C., quien siempre le va a la zaga…) es que somos expeditivas, de la filosofía del “dicho y hecho”. Montar saraos, organizar, crear, idear, es lo que nos llena.
Y de repente, el Terremoto se cruza en nuestro camino... Una persona creativa, emprendedora, llena de ideas, ilusiones. Y resulta que el Terremoto es como L&C, o peor...!!! No sólo nos propuso crear esta nueva sección, sino que además nos hizo este regalo que nos dejó sin palabras...
Gracias, Terremoto :)
¿Sabéis a qué sabe Chocolate, Aceite y Sal?
"La cena había sido copiosa y como viene siendo norma habitual
traté de reservar mis últimos adentros a ese momento memorable y
exaltador de quietudes propias y ajenas, aquello que conocemos como postre, que
es el detalle final en forma de susurro acompañante y cómplice de las horas
venideras… y justo en ese instante de elección risueña, brotó de no se sabe
dónde aquella campanilla vestida de Amelie, con su sonrisa eterna, sugiriéndome
chocolate, aceite y sal….
… siempre creí en la señales, no me pregunten por qué, así que
acepté el reto de confrontar a mi amigo del alma el chocolate, con dos
sustancias que a priori debían tornarlo en algo desconocido para mí…
La presentación del plato sin alardes, austera, una flamenquilla
afrancesada de altura, y en el fondo reposando una fenomenal bola de chocolate,
flotando sobre una capa disimulada de aceite, a dos colores sobre el blanco.
Por costumbre me gusta separar los sabores y en una segunda
entrada, fundirlos. Así que la primera y anunciada elección fue entregarme a mi
viejo y fiel amigo, quién me saludó por anticipando impregnándome con aquel
aroma que deja el cacao, bálsamo a nostalgia de cuando empecé a ser niño,
profesión que nunca debería abandonarse y que no anda reñida con la
responsabilidad…
De repente, sin percibirlo, me encontraba paladeando parte de la
bola de chocolate, naturalmente con la punta de la lengua para ensalzar su
dulzura, haciendo viajar a su ternura por todas las partes posibles y
“viajables”, con ese genial regusto persistente de placer duradero y a una
temperatura no demasiada fría que acrecentaba su dulzor.
Tras el primer envite, el segundo y el tercero son automáticos y
por instinto, pero faltaba la prueba definitiva, aquel segundo momento que se
presentaba como desconocido y que sabía era inevitable… Sujeté entonces la
cuchara y fundí el cacao ya humedecido con la capa de aceite de oliva, y es
entonces cuando el chocolate enloqueció, saliendo disparado como aquel ratón
ultra vitaminado de Alicia en el país de las maravillas, respirando cierta
amargura, pero presentando un contraste a buen seguro ideado por algún Dios en
el Olimpo, y empalando ambos a marcha lenta y sutil, recreándose con el segundo
del reloj, cuando de pronto, inesperada, floreció la sal reclamando su parte en
el desafío, esta vez tardía pero siempre estridente, confluyendo las 3 partes
en una sinfonía harmónica de sabores tal para cual, como si formaran parte de
una misma textura, en un bello final. Chocolate, aceite y sal."
Hoy os queremos hacer una confesión. Nos gusta rodearnos de gente alegre, positiva, vital. Lo cierto es que tendemos a huir de negativismos y de malos humores. Valoramos a estas personas de las que os hablamos en cada post que publicamos, tenerlas cerca nos hace sentir como auténticas privilegiadas.
Y a veces parece incluso que el destino nos haya colocado a todos estratégicamente para que nos podamos encontrar en el camino. Está claro que nuestras vidas se tenían que cruzar, cuando hace un año ella se mudó al edificio en el que vivimos. Willie no es sólo esa chica alegre, llena de vitalidad y "buenrollismo". Sin duda podemos decir que es una de las mejores personas que conocemos. Toda ella es amor y bondad, desborda energías positivas.
Y SIEMPRE está allí.
Casi os diríamos que Willie es como un hada. Siempre va acompañada de esa mágica sonrisa que lo cura todo, de sus sabios consejos, y de su capacidad única para ver el lado positivo a cualquier situación.
Eso es una vecina, y lo demás son tonterías :)
Ingredientes
Cuatro muslos de pollo deshuesados y vacíos
La carne de los muslos de pollo
1 berenjena
2 tomates
1 cebolla mediana
1 calabacín
Aceite
Sal
Pimienta
Pedimos en la pollería que deshuesen los muslos y nos pongan a parte
la carne picada.
En una sartén, hacemos un sofrito con la cebolla, el tomate, la
berenjena y el calabacín. En otra sartén sofreímos la carne de pollo.
Mezclamos los dos sofritos, y dejamos unos minutos para que
cojan sabor. Dejamos enfriar.
Rellenamos los muslos de pollo con el sofrito y los colocamos en
una fuente apta para el horno.
Introducimos la fuente en el horno a 180ºC durante 20 minutos. A
media cocción les damos la vuelta para que se doren bien de los dos lados.
Emplatamos y servimos. Se pueden comer tanto calientes como fríos.
Esta tarta es un homenaje a una amiga nuestra muy querida. Quizás no la vemos todo lo que quisiéramos, pero ya se sabe, la vida, los caminos que sigue cada uno...Aún y así, no por no verla tan a menudo como nos gustaría dejamos de quererla y tenerla siempre presente en nuestros corazones.
Esta persona es la muestra de que si eres bueno, constante, y tienes clara la meta a perseguir, puedes conseguir todos los sueños que te propongas. Ella ha alcanzado su sueño. Y no sólo nos alegramos enormemente por ella, sino que también debemos estar todos de celebración, ya que una persona íntegra, racional, inteligente y brillante ocupará un cargo esencial en nuestra sociedad. Porque con jueces como ella no dudamos de que la palabra Justicia se escribirá con mayúsculas. El esfuerzo sin duda ha merecido la pena.
Felicidades, Ingrid.
Ingredientes
Para la masa sablée:
200g de harina
100g de azúcar
80g de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
una pizca de sal
Para la crema:
150g de mascarpone
60g de queso fresco cremoso
la ralladura de una piel de limón
100g de azúcar
Para decorar:
Arándanos
Empezamos preparando la masa sablée. En un bol, mezclamos el azúcar con la harina y la sal. Hacemos un hueco en el centro e introducimos en él la mantequilla. Mezclamos bien con las manos y añadimos el huevo. Volvemos a amasar hasta obtener una mezcla homogénea. Cubrimos con papel film y reservamos la masa en la nevera durante un par de horas como mínimo (también podemos dejarla toda la noche reposando).
Precalentamos el horno a Extendemos la masa entre dos hojas de papel de horno y la estiramos con la ayuda de un rodillo, hasta obtener una masa de un centímetro de grosor. Colocamos la masa en el molde para tartas, cubrimos con una hoja de papel de horno y con unos pesos o garbanzos secos. Introducimos en el horno durante 10 minutos, tras los cuales bajaremos la temperatura a 180ºC. Cinco minutos después retiraremos el papel de horno y prolongaremos la cocción durante cinco minutos más. Sacamos la masa del horno. Dejamos enfriar la masa.
En un bol, mezclamos el mascarpone con el queso fresco, el azúcar y la ralladura de limón.
Cubrimos la base de la tarta con la crema de mascarpone, añadimos los arándanos, y dejamos enfriar en la nevera hasta la hora de servir.