miércoles, 27 de febrero de 2013

MAIZENITAS


Es increíble lo que puede suponer el cerrar una etapa de tu vida para abrir una nueva que se plantea como excepcional, llena de nuevos retos y oportunidades, emociones, aprendizaje... 

Pero es difícil dejar atrás otra etapa maravillosa, en la que aprendiste, disfrutaste, reíste, lloraste. Y sobretodo una etapa que te permitió conocer a personas, más que especiales, esenciales en tu vida. De esas que dices "sé que estará conmigo toda la vida". 

Y a pesar de que se te abra una nueva puerta que sabes te llevará por otro camino espectacular, no puedes evitar sentir ese pequeño pellizquito en el corazón. Esa nostalgia por lo que estás a punto de dejar. 

Porque sabes que conocerás a nuevas personas, mejores y peores, más o menos empáticas, amables o profesionales. Y sin embargo, no tienes duda de que como el Pequeño Saltamontes sólo habrá uno. Hoy brindamos pues por esa mujer llena de magia, belleza y alegría tan únicas, por esa purpurina que le hace brillar con luz propia. 


Ingredientes
100g de mantequilla a temperatura ambiente
100g de azúcar
200g de maizena
150g de harina de arroz
3 huevos (códigos 00/01, gallinitas felices)
dulce de leche
coco rallado 


Mezclamos bien la mantequilla con el azúcar. Añadimos los huevos uno a uno, y finalmente incorporamos la maizena y la harina, previamente mezcladas y tamizadas. Extendemos la masa resultante con la ayuda de un rodillo hasta obtener una masa de 1cm de espesor. Cortamos con la ayuda de un cortapastas. Horneamos las pastas durante 15 minutos, de manera que no lleguen a dorarse. Una vez frías, untamos las pastas con dulce de leche, cerramos con otra pasta y rebozamos los bordes con el coco rallado. Conservamos en una caja metálica. 

La inspiración, de Más allá de 365 sonrisas



domingo, 24 de febrero de 2013

VERDURAS AL ESTILO DE GITA


Hoy os queremos presentar una receta que aprendió a preparar C. cuando estuvo en Nepal. Gita, la cuidadora del orfanato, es una gran cocinera. Hay que decir que la base de la cocina nepalí es el dhal bat, una mezcla de arroz blanco con verduras guisadas y sopa de lentejas. Se come este plato a las 8h de la mañana y a las 19h de la tarde. Y el dhal bat de Gita es una auténtica delicia. Hoy os enseñamos a preparar la verdura que cocina Gita para el dhal bat. 

¿A quién se la dedicamos? A Óscar, Andrea, Edu, Carmen y Aina. Porque ellos acompañaron a C. en esa aventura, coincidiendo más o menos tiempo con ella, pero todos ellos importantes puntos de apoyo en esa experiencia. Porque esperamos que vuelvan a coincidir muy pronto en una aventura similar. 

Namaste

Esta es nuestra aportación a la edición de este mes del Memòries d'una Cuinera, como nuestra particular versión de la menestra :)


Ingredientes
200g de judías verdes
3 patatas medianas
1 puñado de avena
aceite de oliva
una cucharada de la siguiente mezcla de especias:curry, cilantro en polvo, comino, sal


Preparamos las judías cortándoles las puntas y después en trozos de unos dos centímetros de largo. Pelamos las patatas y las cortamos en trozos irregulares. Cubrimos el fondo de un cazo con aceite, lo calentamos y salteamos en el la verdura. Cubrimos ligeramente con agua, añadimos las especias. Dejamos cocer a fuego lento, para que se consuma poco a poco el agua y mezclando regularmente. En el último momento añadimos la avena, mezclamos y servimos.

Nota: la avena es un toque que le hemos dado nosotras, para hacer que este plato sea más equilibrado :)


¡Feliz semana a todos!


miércoles, 20 de febrero de 2013

Es temporada de...guisantes: Guisantes a la hierbabuena


Ya estamos de vuelta después de un pequeño paroncillo bloggeril nada voluntario. Hay que reconocer que nuestros trabajos nos han brindado un mes de locos, por lo que esperamos nos perdonéis por este pequeño abandono ;)
¿Sabéis a quién le dedicamos esta receta? Pues a una persona que, increíblemente, aún no tenía ninguna dedicatoria en este blog, cosa absolutamente imperdonable. Tuvo que ser ella quien un día, desayunando con L&C, nos dijo:
"Os tengo que pedir algo, para mi cumpleaños o mi santo, un regalo que para mí sería muy especial. Me gustaría que me dedicarais una receta en el blog."
Qué poca vergüenza tenemos, no haberle dedicado aún una receta a aquella amiga que, siempre que L. se encuentra mal, está a su lado, incluso cuando L. se encuentra bien, ella está a su lado. A veces ella llama a L. al móvil y ésta no le contesta. Y se angustia tanto, que hasta llama a C.: "No te quiero molestar, sólo quería saber si tu madre está bien". Y C. siempre le contesta lo mismo "Carmen, siempre que le pase algo a L. tú serás la primera en saberlo". Y ello es así porque Carmen es, además de una mujer fuerte, inteligente, divertida, elegante, estilosa e increíblemente bella, una gran amiga, un tótem que decimos nosotras, de esas personas sobre las cuales tu vida entera se apoya. Carmen es, sencillamente, lo más :)

600 g de guisantes
10 cebollitas pequeñas
2 dientes de ajo
40 ml de aceite de oliva
1 ramita de hierbabuena
Cocemos los guisantes frescos o congelados en una cazuela con agua hirviendo y sal. Una vez cocidos los enfriamos rápidamente para que mantengan el color verde intenso.


Cogemos las cebollitas  y los ajos  (picaditos) y los sofreímos en una sartén con el aceite de oliva, a fuego suave. Primero las cebollitas y en el último momento añadimos el ajo.
Cuando las cebollitas esté transparentes y el ajo dorado añadimos los guisantes cocidos y la hierbabuena. Se rehoga todo hasta que los guisantes empiecen a estar ligeramente dorados pero con cuidado, pues si los hacemos demasiado se nos endurecerán.


Sazonamos con sal y pimienta y servimos calientes.

Y no os olvidéis de aprender de la mano de nuestras amigas de ENE cuáles son las propiedades de los guisantes aquí :)


lunes, 4 de febrero de 2013

MINICAKES DE PLÁTANO AL AROMA DE MANDARINA


Hoy os presentamos una de esas recetas que se hacen en un momentín, ideales para aprovechar las ricas mandarinas que encontramos ahora en los mercados...¡antes de que se nos acabe la temporada! Y se la queremos dedicar a un matrimonio al que adoramos. Porque son dos personas excepcionales, porque siempre que los necesitas están allí. Para lo bueno, y para lo malo. En nuestras fiestas, allí los tienes disfrutando, pero también ayudando, ya sea preparando el café, ordenando, o brindándonos su compañía hasta las tantas. Son grandes personas, fieles amigos, y hacen de este un mundo mejor. Va por Paco y Cristina :)



Ingredientes
150g de plátano (un par de ellos)
1 huevo (códigos 00/01, gallinitas felices)
80g de mantequilla a temperatura ambiente
120g de azúcar
125g de harina
5g de levadura
1 pizca de sal
6 mandarinas


Batimos la mantequilla junto con el azúcar. Añadimos el huevo y los plátanos chafados. Incorporamos a continuación la sal, la levadura y harina tamizadas, y la ralladura de la piel de una de las mandarinas. 

Vertemos la masa resultante en pequeños moldes e introducimos en el horno precalentado a 170ºC durante unos quince minutos (dependiendo del tamaño del molde, si se trata de moldes más grandes necesitaremos unos 30/40 minutos de cocción).


Mientras tanto, exprimimos el zumo de tres mandarinas, y pelamos y separamos los gajos de las tres otras. Una vez los minicakes estén listos, los dejaremos enfriar, los sacaremos de los moldes, y loa rociaremos con el zumo de mandarina. Decoraremos los pastelitos con gajos de mandarina y pintaremos con la mermelada de naranja, que habrá sido previamente ligeramente calentada en el microondas. 

La inspiración, de Trinidad.






viernes, 1 de febrero de 2013

PASTEL DE CHOCOLATE Y CALABACÍN, o el día que el karma nos llevó a innovar en la cocina

Todo empezó la tarde en que preparamos las Natillas de speculoos

Como recordaréis, para la receta de esas natillas utilizamos dos yemas de huevo. "Ya está, nos quedamos con dos claras de huevo que no harán más que dar vueltas en la nevera..." 
Fuimos a la despensa para cotillear, a la espera de iluminarnos con algún tipo de inspiración kármica...Nada demasiado inspirador...simplemente nos dimos cuenta de que había tres paquetes (¡tres!) de harina de arroz. ¿Pero en qué momento se nos ocurrió comprar tres paquetes de harina de arroz, si nunca antes la habíamos utilizado? 
En fin...decidimos acudir a la nevera...un triste calabacín iba a hacerle compañía a las claras de huevo...Del bolso de C. asomaba un paquete loco de 500g de almendras que había comprado el día antes para recuperar fuerzas en el Curso de profesores de yoga. 
Por otro lado, el Guapetón llegó a casa después de comprar los periódicos, y le había traído a C. una pastilla de chocolate negro..."Para que cocines uno de esos dulces que tu padre diabético no podrá probar" dijo con su tono irónico, siempre cargado de cariño.

Así que C. se sentó al ordenador, y decidió repasar las recetas de Beau à la louche, el blog que nos animó a adentrarnos en este mundo bloggero-culinario. Y, de repente, allí estaba. El karma nos había llevado a una receta que tenía como ingredientes: dos claras de huevo, almendra en polvo, un calabacín, chocolate negro, y harina de arroz. Estaba claro, era la ocasión de aventurarnos en este pastel del que nunca nos arrepentiremos. Su textura jugosa y densa a la vez, su sabor intenso a chocolate, así como su bajo contenido en grasa (¡no lleva aceite ni mantequilla!), hacen de él nuestro nuevo pastel de chocolate favorito. Gracias, karma :)


Ingredientes
100g de calabacín
120g de azúcar
80g de almendra en polvo
2 claras de huevo
1 cucharada de nata líquida
150g de chocolate negro
50g de harina de arroz
sal

Precalentamos el horno a 210ºC. Rallamos el calabacín y lo mezclamos con 20g de azúcar. Por otro lado, mezclamos las claras de huevo con la almendra en polvo, la cucharada de nata líquida y los 100g de azúcar restantes. Fundimos el chocolate al baño María y añadimos a la mezcla de huevo. Finalmente, incorporamos la harina, y el calabacín rallado con azúcar. Mezclamos bien e introducimos en el molde de nuestra elección. Horneamos durante unos 30 o 40 minutos. Nosotras servimos el pastel acompañado de una fina capa de nata líquida.