MILHOJAS DE MASCARPONE CON HIGOS FRESCOS

Después de unas merecidas vacaciones, volvemos a la carga con una rica receta con la que queremos aprovechar los higos frescos del jardín. Se la dedicamos a una amiga muy querida que está pasando por unos momentos difíciles. Ella siempre preocupada por los demás, ahora se merece preocuparse por ella misma y que los que la rodeamos la mimemos, la cuidemos, y la ayudemos a recuperar su rumbo. Porque ese corazoncito enorme no se merece sufrir. Porque después de este pequeño bache recuperaremos su sonrisa y su alegría infinitas. Va por Ivette.

Ingredientes

3 láminas de hojaldre

125g de mascarpone

500mL de nata líquida para montar

60g de azúcar

1 cucharada de vainilla líquida

40mL de leche

1 hoja y media de gelatina

5 higos frescos

Precalentamos el horno a 210ºC. Preparamos el hojaldre: lo colocamos sobre papel de horno y lo espolvoreamos con una cucharada de azúcar. Introducimos el hojaldre en el horno, que bajaremos a 180ºC, durante 8 minutos. A continuación colocamos encima del hojaldre una rejilla, para impedir que suba en exceso. Continuamos la cocción durante 5 minutos. Sacamos el hojaldre del horno, lo cubrimos con otra lámina de papel para horno y damos la vuelta rápidamente. Espolvoreamos esta nueva cara del hojaldre con una cucharada de azúcar. Volvemos a introducir en el horno, que habremos subido a 250ºC. Cocemos durante 8/10 minutos, o hasta que se dore. Repetimos con las tres láminas de hojaldre.

Para preparar la crema, en primer lugar mezclamos el mascarpone con el azúcar y la vainilla. Ponemos la gelatina a remojo, y la mezclamos con la leche, que habremos calentado previamente en el microondas durante un minuto. Unimos las dos mezclas. Montamos la nata y la incorporamos a la mezcla de mascarpone y leche, con cuidado, para que no baje.

Para el montaje, colocamos una lámina de hojaldre, cubrimos con una capa de crema. Colocamos encima una capa de higos frescos, que habremos troceado. Repetimos con una nueva capa de hojaldre, crema, higos, finalizando con la última lámina de hojaldre. Espolvoreamos con azúcar glas. Dejamos reposar toda la noche en la nevera.